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Carlos Gardel

Carlos Gardel
“No basta con tener la voz más melodiosa para entonar un tango. No. Hay que sentirlo, además. Hay que vivir su espíritu” – Carlos Gardel

Carlos Gardel, “el rey del tango”, “el troesma”, es uno de los personajes más importantes de la cultura argentina. Sin embargo, para sorpresa de muchos, no nació en Argentina. Para los franceses es Charles Romuald Gardes, para otros, simplemente, Carlos Gardel.

Nació el 11 de diciembre de 1890 en Toulouse, Francia, o el 11 de diciembre de 1887 en Tacuarembó, Uruguay. Nunca se supo con exactitud su fecha y lugar de nacimiento. Lo que sí se sabe con certeza es que nació un día 11 del mes 12, siendo este el día internacional del tango.

Sin padre, y solo con su madre, Carlos (o Charles) emigró a la Argentina siendo apenas un niño.

Junto con su madre, se instaló en el barrio porteño de Caballito, donde hoy está ubicado el centro comercial Abasto, que para ese entonces funcionaba como mercado central.

De joven ya demostraba talento para el canto y, en la escuela primaria, ya formaba parte del coro de su escuela, el Colegio Salesiano Pio IX de Buenos Aires. Gardel no era ningún santo ni mucho menos. Incluso en la escuela primaria, Carlos ya tenía antecedentes en las comisarías y había sido detenido y contravenido en varias ocasiones.

En su juventud, Carlos se crió entre bambalinas. Él acompañaba a su madre, que se dedicaba a planchar uniformes y disfraces en los reconocidos teatros de la Ciudad de Buenos Aires. De a poco, se fue metiendo en el ambiente artístico. Sus primeros empleos fueron de utilero, tramollista y hasta obtuvo papeles de extra en alguna que otra obra de teatro.

Alrededor de sus 15 años, Carlos comenzó a frecuentar cafés en la ciudad. Allí se solía hablar y discutir de política, por lo que empezó a recitar especies de payadas con amplio contenido político. Fue allí donde Gardel inició a cantar y hablar en público y donde demostró tener una gran voz.

En 1911, con veintiún o veintitrés años, Carlos ya comenzaba a meterse en el mundo de la música. Junto con su amigo José Razzano, formaron el llamado “dúo Gardel-Razzano”. Cantaban e interpretaban payadas, canzonetas y folklore en cafés y bares. 

Para 1913, aun siendo un desconocido, Gardel ya había publicado siete discos dobles con la empresa discográfica Columbia Récords. En ese entonces, publicar un disco no era lo que conocemos hoy; cada disco contenía dos canciones. Por lo que, para ese mismo año, Gardel ya tenía publicadas catorce.

En 1914, el dúo Gardel-Razzano fue contratado en Montevideo para cantar en las radios de la ciudad. Uruguay les trajo mucho éxito y fama, por lo que ambos empezaron a cantar no solo en la Banda Oriental, sino también en Brasil.

Al querer entrar en Brasil, a Gardel lo detuvieron por portar documentos falsos dando lugar a unas series de investigaciones que tendrían cómo conclusión el destape de decenas de antecedentes de estafas y robos en su juventud.

Durante los siguientes años, el dúo vivió de sus éxitos musicales. Eran contratados por los teatros de la famosa Avenida Corrientes y cantaban en las noches bonaerenses.

En 1917, Gardel ya había escrito su primer tango. “Mi noche triste” es considerada la primera canción de tango y se la tiene catalogada como “el inicio del tango canción”, ya que, hasta ese entonces, el tango como genero musical no se cantaba sino que era únicamente algo instrumental. Ese mismo año, Carlos filmó su primera película, aunque esta, lógicamente para la época, era una película muda, por lo que no tuvo el éxito que se esperaba.

Gardel era un aficionado del fútbol (fue socio de Racing Club), pero más aficionado del turf. Por lo que muchas de sus canciones se vinculan a esto.

Para 1922, más de la mitad de sus canciones eran tangos. Gardel ya se posicionaba como el precursor del género. En 1923, el dúo viajó por Europa con un inmenso éxito.

Dos años después, regresaron a Sudamérica, pero el panorama cambió: José Razzano sufrió una lesión en la laringe, por lo que Gardel quedó como solista, disolviéndose así el dúo. Gardel volvió a viajar y a destacarse en Europa, esta vez durante 5 años.

En 1926 y 1927, Gardel grabó más de cien canciones por año, mientras frecuentaba España y Francia, lugres en donde se había hecho muy popular.

En 1930 filmó quince videoclips. Fue uno de los primeros artistas en lanzar videos: actuaba y, al mismo tiempo, sonaban de fondo sus propias canciones. Filmó, además, varios largometrajes actorales y musicales.

Es así como, en la Argentina, comenzó el llamado “fenómeno de la gardelmanía”. Los jóvenes comenzaron a querer parecerse a su ídolo musical. Era muy común que se peinaran con el pelo “engominado” para atrás, que comenzaran a hablar como Gardel y que utilizaran sombreros tirados para el costado, algo muy característico suyo.

En marzo de 1935, Gardel zarpó del puerto de Nueva York para iniciar una gira por América, porque, particularmente, tenía un éxito descomunal en centro América.

El 24 de junio de ese mismo año, el avión que lo llevaba desde la ciudad de Medellín hasta la ciudad de Cali empezó a sufrir desperfectos. Una confusa serie de fallas causaron que la nave impactara contra otra que compartía la misma pista de despegue. Ese desafortunado evento causó el incendio de ambos aviones y el fallecimiento de quince personas, entre ellas, Gardel.

Su cuerpo fue enterrado primeramente en Medellín, aunque no por mucho tiempo, ya que Buenos Aires pidió por su transporte. Lo curioso fue el modo en el que su féretro fue trasladado. Los medios utilizados fueron: carreta, burro, tren y barco; avión, no.

Hoy en día, sus restos descansan en el cementerio de la Chacarita, Ciudad de Buenos Aires. En su carrera Carlos Gardel grabó 957 tangos, milongas y folklores, en español, inglés y francés

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