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Oscar Wilde

Oscar Wilde
“Puedo resistirme a todo, menos a la tentación” – Oscar Wilde

Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde nació el 16 de octubre de 1854 en Dublín, Irlanda. Sus padres fueron Sir William Wilde, otorrino y oftalmólogo pionero en Irlanda, y su esposa Jane, nacionalista irlandesa y poeta. Oscar fue el segundo de tres hijos. Sus hermanos eran William, dos años mayor, e Isola, tres años menor.

Durante los primeros nueve años de su vida, a Oscar lo educaron en su casa: aprendió francés de su niñera y alemán de su institutriz. De todas formas, en 1865, lo mandaron al colegio Portora Royal, en Enniskillen, donde estudió hasta 1871. Wilde sorprendía a sus compañeros de clase con su habilidad para leer rápido y tenía mucho éxito con los clásicos: ganó varios premios por traducir textos del latín y del griego. Fue uno de los tres estudiantes en recibir la beca para ir a la universidad Trinity College. Desafortunadamente, cuando seguía en la secundaria, falleció su hermana, que tenía tan solo nueve años, de meningitis.

Mientras estudiaba en la universidad, compartía cuarto con su hermano. Durante esos tres años, se interesó mucho en la literatura griega, interés fomentado por su tutor, el profesor Mahaffy. También se hizo miembro activo de la Sociedad Filosófica de la universidad, donde se discutían temas artísticos e intelectuales. Era un estudiante ejemplar y fue el mejor de su clase en primer año. Por eso y por su excelencia en el examen final de griego ganó la medalla de oro Berkeley. También participó por media beca para la universidad Magdalen, en Oxford, y la ganó. Allí siguió estudiando desde 1874 hasta 1878.

Mientras estaba en Magdalen, Wilde se interesó en la masonería, porque era secreto y tenía rituales. Al llegar a tercer año, ya era Masón Máster, aunque el interés le duró solo mientras estuvo en aquella ciudad. Además, se involucró en los movimientos estéticos de la época: tenía el pelo largo y el cuarto decorado con plumas de pavo real, lirios y girasoles. En noviembre de 1878, Wilde se graduó de Oxford con un Bachelor of Arts, siendo la mejor nota posible.

En Londres, en 1881, le introdujeron a Constance Lloyd, la hija del consejero adinerado de la reina. Se volvieron a encontrar en 1884 en Dublín, donde Wilde estaba dando clases. Él le propuso matrimonio y se casaron en la iglesia St. James en Paddington, Londres, el 29 de mayo del mismo año. Tuvieron dos hijos: Cyril, en 1885, y Vyvyan, un año después. Sin embargo, después del nacimiento del segundo, el matrimonio empezó a deteriorarse cuando Wilde conoció el sexo homosexual, al ser seducido por un joven llamado Robert Ross.

Wilde escribía a menudo cuentos de hadas para algunas revistas y publicó El príncipe feliz y otros cuentos, en 1888, El crimen de lord Arthur Savile y otras historias y Una casa de granadas, en 1891, libro que dedicó a Constance.

Una de las historias publicadas en la edición de julio de 1890 de la revista mensual Lippincott se convirtió en uno de los títulos más famosos. El retrato de Dorian Gray cuenta la historia de un hombre que hace un pacto con el diablo, para que su imagen física se deteriore solo en el retrato, y él quede joven para toda la vida. Sin embargo, la novela fue criticada por muchos, por el esteticismo y las alusiones homosexuales. El periódico Daily Chronicle incluso calificó a la novela de «sucia» y «corrompedora». Aunque Wilde defendió su obra, la revisó antes de publicarla en formato libro en 1891.

En aquel momento, le introdujeron a Lord Alfred Douglas, el hijo del marqués de Queensberry. Comenzaron a tener una relación en la que Wilde le cumplía todos los caprichos.

Oscar empezó a tener fama y fortuna gracias al éxito de la publicación de las tres comedias El abanico de Lady Windermere, Un marido ideal y La importancia de llamarse Ernesto. Esta última es conocida como su obra maestra y la última producida. La escribió rápido, en 1894, y se estrenó en el teatro de St. James, Londres, el 14 de febrero de 1895.

Cuatro días después, el marqués de Queensberry lo acusó a Wilde de ser sodomita. Wilde lo demandó por difamación, a pesar de lo que le recomendaron sus amigos, y fueron a juicio en Old Bailey el 3 de abril de 1895. Para evitar una condena de dos años en prisión, era importante que el marqués probara ante el juez que la «difamación» era verdad. Así que, contrató a varios detectives para que encontraran evidencia de la homosexualidad de Wilde. Todo lo que recolectaron fue presentado ante la corte y, como resultado, se filtraron a la prensa muchos detalles lascivos de las vidas privadas de Oscar y de Alfred.

Por consejo de sus abogados, Wilde retiró la denuncia contra el marqués y, en consecuencia, lo absolvieron. Desafortunadamente, esto resultó en que Wilde tuviera que pagar todos los costos de la corte, que lo dejaron en bancarrota.

El 6 de abril de 1895, lo arrestaron por sodomía y grave indecencia. El juicio comenzó el 26 de abril y, a pesar de que el jurado no pudo llegar a un veredicto, vino un tercer juicio, en el que Wilde fue declarado culpable y sentenciado a dos años de trabajo forzado.

Primero, Wilde estuvo en la cárcel de Newgate, luego en Pentonville y en Wandsworth. El trabajo forzado le deterioró mucho la salud y pasó dos meses en la enfermería, como consecuencia de una caída, en la que se rompió el tímpano. El 23 de noviembre de 1895, lo transfirieron a Reading Gaol, donde cumplió con el restante de la condena. Lo liberaron el 19 de mayo de 1897 y se fue en barco a Dieppe, Francia, el mismo día, y nunca más volvió a Gran Bretaña. 

Durante los próximos tres años, Wilde quedó pobre y, a pesar de que Constance se negaba a verlo y no dejaba que sus hijos lo hicieran, le enviaba tres libras por semana. En 1897 pasó un tiempo con Robert Ross. Después se reunió con Lord Douglas nuevamente, aunque sus familias los separaron. El poco dinero que tenía, Wilde lo gastaba en alcohol y merodeaba los bulevares de París solo.

El 12 de octubre de 1900, le envió un telegrama a Robert Ross que decía: «Muy débil. Ven, por favor». Ross llegó el 25 de noviembre, cuando Wilde ya se había contagiado de meningitis. Robert le envió un cura para que lo bautizara y lo iniciara dentro de la Iglesia Católica. Wilde falleció el 30 de noviembre de 1900, a los cuarenta y seis años. El 14 de febrero de 1995, se lo conmemoró con un vitral en el Rincón de los Poetas, en la abadía de Westminster. En 2017 fue uno de los aproximadamente cincuenta mil hombres que recibieron el perdón póstumo por sentencias relacionadas a actos homosexuales, porque, bajo la nueva ley de vigilancia y crimen de 2017, estos actos no se consideran ofensas.

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