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Ernesto Che Guevara

Ernesto Che Guevara
Hasta la victoria siempre. Patria o muerte – Ernesto Che Guevara.

Es, posiblemente, uno de los revolucionarios comunistas más presentes en la juventud americana contemporánea. Simboliza la rebelión en contra de la opresión. Sin embargo, ¿fue su legado justificado? ¿Quién fue el verdadero Che Guevara, antes de ser un ícono popular para la sublimación de camisetas?

Ernesto Guevara nació el 14 de junio de 1928 en Rosario, Argentina, pero, según su biógrafo, la madre de Ernersto falsificó el certificado de nacimiento para encubrir un embarazo ilegítimo, y, en teoría, habría nacido el 14 de mayo. El Che nació en una familia de clase media y parece haber tenido una vida estereotípica para un miembro de una familia de tal estrato social. El Che era un hábil deportista: le gustaba jugar al golf, al fútbol, al rugby y le gustaba nadar y hacer tiro deportivo. También le gustaba jugar al ajedrez, juego que le enseñó su padre.

El Che leía con frecuencia y oscilaba entre géneros, desde Karl Marx hasta Robert Frost, de Julio Verne a HG Wells y a Friederich Engels. Así que, además de ser deportista, su amor por la lectura lo convirtió en un astuto académico.

En 1948, empezó la carrera de medicina en la Universidad de Buenos Aires, pero, al mismo tiempo, se dio cuenta de que quería explorar el mundo. Este deseo lo llevó a interrumpir su ciclo académico con largos viajes en moto por las rutas nacionales. Algunos de sus viajes pasaron los ocho mil kilómetros, como el viaje que hizo en 1951, en el cual visitó partes de Sudamérica durante nueve meses. A pesar de las interrupciones, en 2953, se recibió de médico.

Durante sus viajes por Latino América, el Che pudo ver diferentes calidades de vida y de condiciones de trabajo, además de mucha pobreza, que no había conocido, hasta ese momento. Incluso fue voluntario durante unas semanas en una colonia de leprosos del Perú. Mientras viajaba, el Che se encontraba con trabajadores desesperados, quienes ni siquiera tenían sabanas para dormir. Así nació su resentimiento hacia el capitalismo, que, según él, explotaba a los trabajadores.

La inmensa cantidad de pobreza que presenció, desde los trabajadores de la tierra hasta los mineros, le demostró que algo en el sistema económico de esos países no estaba funcionando y creía que esto era culpa del capitalismo; en parte, debido a su lectura exhaustiva de Karl Marx y otros autores comunistas.

Los ideales del Che cambiaron cuando se unió a un grupo paramilitar de Guatemala en 1954 y vivenció las tendencias imperialistas americanas: Estados Unidos había derrocado el gobierno de Guatemala solo para asegurarse de que los precios de la fruta que se exportaba se mantuvieran bajos. Este suceso dio a lugar al apodo “países bananeros”, porque muchos de los países latinoamericanos eran controlados por las innumerables plantaciones de bananas. Sus dueños, personas de mucho dinero, apoyaban las medidas que venían de los Estados Unidos, y las preferían a las ideas comunistas que estaban propagándose. Esta fue la gota que rebalsó el vaso e hizo que el Che se diera cuenta de los beneficios del comunismo y del cinismo de Estados Unidos y del capitalismo.

Mientras ejercía como médico en México en 1954, el Che Guevara finalmente conoció a Fidel Castro y a su hermano Raúl, quienes estaban planeando derrocar al gobierno cubano. El Che y otros revolucionarios consideraban que el gobierno de ese país era ilegítimo y controlado por Estados Unidos. Pensaban fervientemente que podrían liberar al pueblo con sus ideas comunistas “iluminadas”.

Luego del éxito de la revolución cubana que culminó el 1° de enero de 1959, el Che entró en La Habana el 2 de enero y Fidel, el 8. Guevara tuvo un cargo importante en el nuevo gobierno. Como en muchos derrocamientos gubernamentales, los falsos juicios y las ejecuciones se volvieron moneda corriente: asesinaron cerca de veinte mil cubanos, muchos de ellos falsamente acusados con causas inventadas o por crímenes de guerra. A otros, los torturaban y los reprimían con mucha violencia.

El Che estuvo activo en estos juicios falsos y estaba personalmente a cargo de organizar muchos de los pelotones de fusilamientos. Algunos dicen que hasta se autoconvencía con la idea de que eran una forma de justicia revolucionaria.

Por un tiempo, el Che continuó disfrutando de su cargo de poder en el gobierno de Castro y estuvo presente en la invasión fallida de Estados Unidos a Cuba, lo que se conoce como la invasión de la Bahía de los Cochinos. El Che tuvo un rol importante en la formación de la alianza entre Cuba y la Unión Soviética. También, formó parte del despliegue de los misiles nucleares de alcance medio soviéticos en territorio cubano, lo que culminó, en octubre de 1962, en la crisis de los misiles de Cuba: un evento que pudo haber causado una guerra nuclear.

De pronto, quedarse solo en un lugar le resultó incómodo y se quiso involucrar en otra revolución en alguna otra parte. Se fue de Cuba en 1965, pasó por el Congo y se quedó en Bolivia. El Che fue capturado por tropas bolivianas que estaban respaldadas por la  Agencia Central de Inteligencia, o la CIA. Se dice que exclamó: “¡No disparen! Soy el Che Guevara, y valgo mucho más vivo que muerto”. Sin embargo, a pesar de las protestas de la CIA, que quería interrogarlo, el presidente boliviano estaba harto de las guerrillas que resurgían y mandó a que ejecutaran a Ernesto Che Guevara. Lo asesinaron el 9 de octubre de 1967, tenía 39 años.

Es posible que el legado del Che sigua intacto debido a su temprana muerte, a la falta de educación sobre el papel que tenía en las revoluciones y sobre las atrocidades que permitió. Algunos lo ven como un noble revolucionario que le puso un punto final a la opresión de los pobres. Sin embargo, hay quienes tienen una mirada diferente a aquellos adolescentes americanos que usan camisetas con su cara estampada, en especial, aquellas personas a quienes mataron, violaron, torturaron, exiliaron y a quienes les arrebataron todo.

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