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Winston Churchill

Winston Churchill
“Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad. Un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad” – Winston Churchill.

Winston Leonard Spencer Churchill nació el 30 de noviembre de 1874 en la pequeña ciudad de Woodstock, Oxfordshire, Inglaterra, en el seno de una familia muy ligada a la política. Su padre, Lord Randolph Henry Spencer-Churchill, había sido diputado conservador del parlamento británico, canciller de hacienda y líder de la cámara de los comunes hasta el día de su muerte. Su madre, Jeanette Jerome, era estadounidense proveniente de una familia millonaria. En su juventud, Winston no tuvo ningún problema económico.

De joven, era mal estudiante. En el internado St George’s School sus notas eran bajas y los problemas de disciplina eran recurrentes. Pero todo cambió, en 1888, cuando ingresó a la escuela Harrow con educación militar. Allí, Winston se halló. Luego, años más tarde, en 1893, lo aceptaron como cadete de caballería en la Royal Military Academy Sandhurst.

En su juventud fue oficial del ejército en la independencia cubana de la corona española. Si bien el Reino Unido no participó de esa guerra, en 1895, Winston juntó a otros compañeros para viajar a la isla centroamericana, y analizar y presenciar los hechos en carne propia. También fue corresponsal de guerra para el prestigioso periódico The Morning Post en la India, Sudán y Sudáfrica. En este último país, fue capturado como prisionero de guerra por los famosos Boers. Churchill pudo escapar del campo de concentración donde estaba preso y logró inmiscuirse en un tren de carga con destino a la África oriental portuguesa.

En 1900 fue elegido diputado conservador por la ciudad de Oldham, Manchester. Pero, no convencido de que el partido conservador estuviera verdaderamente comprometido con la justicia social, en 1904, Churchill se pasó de bando, haciéndose ahora miembro del partido liberal. En 1906 fue nuevamente elegido miembro del parlamento británico, esta vez con el partido liberal. Además, en 1908 fue elegido presidente de la junta de comercio bajo el gobierno de Herbert Asquith. En ese cargo, Winston introdujo el primer salario mínimo, reformas en el sistema penitenciario y el seguro de desempleo.

Ese mismo año, 1908, contrajo matrimonio con quien sería su única esposa durante toda su vida, Clementine Hozier. La pareja tuvo cinco hijos a lo largo del matrimonio.

En 1910 fue elegido ministro del interior, cargo que ocupó casi menos de un año porque, al año siguiente, fue nombrado primer señor de Almirantazgo. En dicho cargo, Churchill ayudó a mejorar la armada británica y modernizó la marina real incorporando nuevos buques a petróleo, en vez de a carbón. Churchill permaneció en aquel puesto hasta comenzada la Gran Guerra. Allí vivió, quizás, los peores meses de su vida. En 1915, en plena guerra, Churchill se puso al frente de un cuerpo del ejército de Australia, Nueva Zelanda y obviamente Gran Bretaña.

En marzo de ese año, en la Batalla de Gallipoli, las fuerzas bajo su mando sufrieron una estrepitosa derrota y dejaron miles de muertos en las costas de la península turca. Esto le valió a Winston una pésima reputación en el mundo de la política. Tal es así que, en mayo de ese año, el gobierno británico decidió formar un gobierno de coalición con todos los partidos, pero la condición que plantearon los conservadores era que Churchill debía abandonar su puesto en el Almirantazgo.

Churchill renunció a su cargo (aunque siguió siendo diputado) y, lejos de quedarse en su casa y ahogar sus penas en su bebida favorita, el whisky, decidió enlistarse en el ejército británico e ir a batallar en el frente occidental.

En 1917 fue nombrado ministro de municiones, aunque también se encargaba de controlar la fabricación de tanques, aviones y armas. Curiosamente, Winston supervisaba y comandaba la producción de balas que Adolf Hitler esquivaba del otro lado de las trincheras.

De 1919 a 1922 se desempeñó como ministro de Guerra y Aire, y como Secretario Colonial bajo el gobierno del primer ministro David Lloyd George. A fines de 1922, Churchill se incorporó como miembro del partido conservador. Se desempeñó como canciller de hacienda y devolvió a Gran Bretaña al patrón oro.

Con la derrota del partido conservador, en 1929, Winston se quedó fuera de la política momentáneamente. En tiempos difíciles, siempre se amparó bajo su gran pasión: la pintura. A lo largo de toda su vida, Winston pintó aproximadamente 500 obras.

Churchill fue un férreo opositor de la independencia india de la corona británica. En la década de 1930, Winston fue un gran crítico de la política de apaciguamiento del primer ministro Neville Chamberlain frente al ascenso nazi en Europa. Churchill creía que se debía apostar al rearme fuerte y rápido britanico, previendo que la Alemania Nazi sería una gran amenaza en un futuro no muy lejano.

Dicho y hecho, el 3 de septiembre de 1939 Gran Bretaña le declaró la guerra a Alemania. Churchill fue nuevamente nombrado Primer Señor del Almirantazgo y miembro del gabinete de guerra. En abril de 1940 se convirtió en presidente del comité de coordinación militar.

En mayo, un debate en el parlamento británico condujo a un voto de desconfianza hacia Chamberlain, lo que derivó en el nombramiento de Churchill como primer ministro británico en plena Segunda Guerra Mundial. Quien lo nombró en dicho cargo fue el rey Jorge XVI. Rápidamente, Churchill formó un gobierno de coalición con los principales líderes del partido Laborista, Conservador y Liberal.

El 18 de junio, Winston pronunció uno de sus discursos icónicos frente a la cámara de los comunes advirtiendo que Gran Bretaña debía pelear con todas sus fuerzas y hasta la última gota de sudor frente a las fuerzas Nazis.

Además, Churchill estuvo al frente de la alianza con los Estados Unidos y la Unión Soviética. Previamente, Winston ya había establecido una muy buena y estrecha relación con el presidente estadounidense Franklin Roosevelt. Durante la guerra, Churchill y Roosevelt mantuvieron una comunicación constante, especialmente luego de que Estados Unidos se entrometiera en la guerra en 1941.

Cuando la guerra terminó, en 1945, Winston propuso planes para llevar adelante reformas socioeconómicas en Gran Bretaña, pero no pudo convencer al público. Sorpresivamente, a fines de ese año, Churchill y su partido perdieron las elecciones, por lo que, hasta 1951, comandó la oposición.

En octubre de dicho año, Winston volvió a ser el primer ministro británico, cargo que ocupó hasta 1955. Al faltar un año para terminar su mandato, lo abandonó por temas de salud, aunque de todas formas continuó siendo miembro del parlamento hasta 1964.

En 1953 fue nombrado Caballero o Sir, por la reina Isabel II. Ese mismo año fue galardonado con el Premio Nobel de la Literatura.

Winston Churchill falleció el 24 de enero de 1965 a los 90 años en su casa de Londres, nueve días después de haber sufrido un derrame cerebral grave. Gran Bretaña estuvo de luto por más de una semana. Así fue cómo culminó la intensa y demandante vida del gran estadista británico. Es considerado la personalidad británica más importante de toda la historia, según una encuesta llevada a cabo por la BBC, sobrepasando incluso a Charles Darwin y William Shakespeare.

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