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Frida Kahlo

Frida Kahlo
“No quiero un amor a medias, rasgado y partido por la mitad. He luchado y sufrido tanto que me merezco algo entero, intenso, indestructible” – Frida Kahlo

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón nació en la ciudad de Coyoacán, México, el 6 de julio de 1907. Su padre fue un inmigrante alemán y su madre tenía raíces aborígenes mexicanas. Fue la tercera de cuatro hermanas, aunque en realidad eran cinco, pero meses antes de su nacimiento su hermano Guillermo, a los pocos días de vida, murió. Once meses después del nacimiento de Frida, vendría al mundo su hermana menor, Cristina.

Frida vivió una vida más que trágica, difícil, sufrida y dramática. Ya a sus seis años, le diagnosticaron poliomielitis, por lo que debió quedarse nueve meses completos en cama. Esto, por supuesto, le dejó infinidad de secuelas, tanto físicas como psicológicas. Por pasar tanto tiempo acostada en su cama, quedó con una pierna más delgada y mas débil que la otra. Tan así era que en su colegio le decían Frida Kahlo “La pata de palo”, cosa que la traumó incluso más. Frida no tuvo muchos amigos en su infancia.

Para contrarrestar estas desventajas físicas, los médicos le recomendaron practicar deporte. Los deportes que eligió eran poco convencionales para la época: fútbol y boxeo. Practicaba deportes estrechamente vinculados al género masculino en 1913, en una sociedad híper conservadora. Desde joven, rompía con los estereotipos impuestos de la época.

Al tener pocas amistades y una vida particular, Frida se crió un tanto solitaria, algo que reflejaría en sus cuadros más adelante en su vida, como pintora. Con quien sí tenía una fuerte y buena relación era con su padre, Guillermo Kahlo. Él sufría de ataques de epilepsia frecuentes, por lo que, algo que los unía era, justamente, los problemas de salud.

Frida ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México, una escuela en donde asistían dos mil varones y apenas treinta y cinco mujeres. Allí formó parte de un grupo de alumnos intelectuales, “Los Cachuchas”, que dedicaban su tiempo a hablar y discutir sobre cultura, política, y más. En este grupo de pensadores de izquierda extracurricular, Frida conoció a su primer novio: Alejandro Gómez Arias.

En esas épocas, Frida comenzó a vestirse de manera particular: con vestidos largos, coloridos y pesados. Además, era muy común verla utilizar bigote y las cejas unidas.

En 1925 ya trabajaba como aprendiz en un taller de grabado. Allí comenzó a tener contacto con el arte. El 17 de septiembre de ese mismo año, Frida, a los 18, viajaba en autobús con su novio Alejandro, cuando el vehículo chocó con un tranvía.

Frida se fracturó la columna vertebral en tres partes, dos de sus costillas, la clavícula, la pelvis en tres partes y la pierna derecha en once pedazos, se descolocó el hombro izquierdo y el pie derecho, y como si fuera poco, un pasamanos le atravesó el abdomen de lado a lado. A pesar de tantas desgracias juntas, Frida siguió viva, pero tuvo que someterse a treinta y dos cirugías.

Durante mucho tiempo, Frida debió usar un corsé de yeso y su madre estuvo un mes entero sin hablar, debido a la depresión que este hecho le había causado. Por supuesto, Frida tuvo que abandonar todo tipo de actividad deportiva. Estando en cama, empezó a dedicarle tiempo al arte y a la pintura. En 1926, hizo su primer autorretrato.

Frida comenzó a tener relación con la esposa de un comunista cubano exiliado en México. Juntas asistían a reuniones sociales, a movilizaciones y a actos políticos de izquierda, principalmente, del partido comunista mexicano, del que ya formaban parte muchos de sus amigos del grupo Los Cachuchas.

Allí conoció a su futuro marido: Diego Rivera. Su familia no aceptaba mucho a Diego, ya que, además de ser mayor que Frida, era rechoncho y comunista, cosa que a la familia Kahlo le disgustaba mucho. Sin embargo, el 21 de agosto de 1929 se casaron. La pareja fue definida como “La paloma y el elefante”. En 1930, Frida quedó embarazada por primera vez, pero perdió el bebé a los tres meses.

De a poco, empezó a instalarse su imagen en el mundo del arte. Sus obras eran cada vez más conocidas y valoradas.

En 1931, por ser comunistas, Diego y Frida se vieron obligados a exiliarse a Estados Unidos y se instalaron en Nueva York y Detroit. A ella no le gustaba para nada la sociedad estadounidense, cosa que critica en varias de sus obras.

En 1932 Frida quedó embarazada nuevamente, aunque volvió a sufrir un aborto natural. Frida plasmó este dolor y esta tragedia en un cuadro que nombró Aborto en Detroit.

La pareja volvió a México en 1933. Diego tuvo un romance con la hermana de Frida, Cristina. De todas maneras, siguieron juntos, a pesar de las obvias peleas que el amorío causó. Es sabido que Diego era violento y abusivo con su mujer, probablemente, a causa de su adicción con el alcohol.

Entre 1937 y 1939, Kahlo y Rivera alojaron en su propia casa a León Trotsky, un comunista revolucionario ruso que debió ser exiliado de su propia nación, luego de sufrir su propio termidor. Frida y Trotsky tuvieron un romance.

En 1939, los cuadros de Frida comenzaron a tener relevancia internacional y es por ello que viajó a París a exponerlos. Allí conoció a Pablo Picasso y, aunque no está claro, se dice que Frida también tuvo una relación fugáz con el prestigioso pintor español.

El mundo del arte la catalogaba a Frida como una artista “surrealista”. A lo que ella solía contestar que no lo era. Ella se consideraba una artista “realista”, pues ella reflejaba su vida real y sus emociones en sus obras, muchas de ellas, catástrofes.

En 1939 decidió divorciarse de Diego Rivera, aunque al año siguiente volvieron a casarse. Alrededor de 1940, Frida se embarazó por tercera vez y lo volvió a perder, por lo que cayó de nuevo en una depresión profunda. A sus 43 años la hospitalizaron y permaneció un año entero en cama.

Con 46 años, Frida organiza su primera y última exposición en vida en la Ciudad de México. Ella tenía prohibido salir de su cama. Es por eso que la muestra fue realizada con Frida en el medio de la galería de arte, en cama.

Ese mismo año, en 1953, le tuvieron que amputar de una pierna, sumado a la previa amputación de cinco falanges. A lo largo de su vida, tuvo varios intentos de suicidios frustrados.

El 13 de julio de 1954, con 47 años, fallecio por causas naturales.

En sus últimas palabras y su especie de testamento, Frida dejó en claro que cuando muriera, quería ser cremada, porque ya bastante había estado acostada. Además, escribió en su diario en sus últimos días con vida: “Espero alegremente la salida, y espero no volver jamás”.

Hoy en día Frida Kahlo sigue siendo una figura reconocida del arte, del feminismo y de la cultura general y popular mexicana. Su casa, donde vivió casi toda su vida, es hoy un museo dedicado a ella. De sus 143 pinturas, 55 son autorretratos. Frida decía que se autoretrataba porque ella misma era quien mejor la conocía. Frida fue una persona con una fuerza de voluntad pocas veces vista. Sufrió problemas de salud, de violencia, psicológicos y más. Es, sin dudas, una artista que ha dejado una huella y que ha reflejado a la perfección su propia vida en su propio arte.

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